Un labio leporino o paladar hendido pueden contribuir a varios tipos de problemas relacionados con el tamaño, forma y posición de los dientes temporales y permanentes. Estas condiciones requieren un enfoque de equipo para darle a un niño una sonrisa saludable.
Los dientes en la zona de la hendidura son los más comúnmente afectados. Las fisuras se producen entre el canino y el incisivo lateral y afectan principalmente a los incisivos laterales. Pueden ser totalmente ausente, o puede haber un incisivo lateral a cada lado de la hendidura. El incisivo o otros dientes pueden estar presentes, pero pueden tener una corona y /o raíz de forma anormal. Los dientes en la zona de la hendidura también pueden entrar en erupción en posiciones anormales. Estos problemas también pueden estar presentes en los incisivos centrales en el lado de la fisura.
Un niño con un labio leporino o paladar puede tener dientes normales con el cuidado adecuado. Un niño con una hendidura requiere el mismo cuidado dental de rutina como un niño sin una. Esto incluye la limpieza, la nutrición apropiada, y el tratamiento con flúor. Los padres deben limpiar los dientes del niño con un cepillo de dientes de cerdas suaves, tan pronto como entran en erupción. El niño debe visitar a un dentista pediátrico a la edad de 1, o antes si hay problemas dentales presentes.
El niño debe también ser evaluado temprana por un dentista que esté familiarizado con el tratamiento de los problemas asociados con hendiduras. Él o ella puede visitar un ortodoncista para una evaluación, incluso antes de que salgan los dientes. El ortodoncista evaluará el crecimiento facial del niño, especialmente el crecimiento de las mandíbulas. Si las mandíbulas del niño no encajan juntos de manera adecuada, el ortodoncista puede recomendar un tratamiento temprano. Después de que se complete el tratamiento inicial, el ortodoncista supervisará el desarrollo del niño. Más tratamiento de ortodoncia puede ser necesaria más adelante para alinear los dientes permanentes correctamente.
Si el niño se somete a cirugía para reparar la fisura, el cirujano y el ortodoncista pueden trabajar juntos para completar más de un tratamiento, tales como restauraciones o extracciones, al mismo tiempo. El ortodoncista puede colocar un aparato en los dientes de la mandíbula superior para preparar un injerto de hueso y luego se coloca un dispositivo de retención hasta que el niño recibe apoyos llenos. Si los frenos no pueden corregir la alineación de los dientes, la cirugía puede ser necesaria.
Un niño con un labio leporino o paladar también puede requerir tratamiento de un protesista para mejorar su apariencia y para hacer más fácil para comer y hablar. Este tratamiento puede incluir un puente dental para reemplazar los dientes perdidos y "bombillas de voz" o "ascensores palatales" para cerrar la nariz de la boca y ayudar con el habla. Este cuidado debe ser coordinado con el cirujano y /u ortodoncista.