A infección dental, que también se conoce como un absceso dental, por lo general resulta de una cavidad sin tratar o lesión de un diente o de la boca. Si el diente infectado se deja sin tratamiento, la infección puede causar complicaciones graves que pueden llegar a ser peligrosa para la vida.
Tipos
Las personas con un diente infectado puede notar sangrado de las encías, una secreción con pus, excesiva de saliva, aumento de la sensibilidad al comer y beber, dolor, hinchazón de la cara y el mal aliento o inusual olor de la boca.
Marco de tiempo
un diente infectado puede causar síntomas de una pocos días a varias semanas o más tiempo si se deja sin tratamiento o si la infección se disemina a otras partes del cuerpo.
identificación
Un médico, dentista o cirujano oral, puede diagnosticar una infección dental mediante la realización de un examen oral o tomar radiografías de los dientes. Un hisopo de la zona puede ser una prueba de bacterias.
Importancia
Una infección en un diente puede hacer que las personas pierden ese diente en particular, que puede conducir a problemas con comer y hablar y puede provocar que los otros dientes se muevan. Infecciones no se tratan pueden extenderse a otros dientes o el hueso de la mandíbula y causar más daños.
Consideraciones
Las personas con una infección dental que tienen otras condiciones médicas tales como enfermedades del corazón , trastornos del sistema inmunológico, diabetes o que están embarazadas pueden correr un mayor riesgo de desarrollar complicaciones.
prevención /Solución
Las visitas regulares al dentista, los hábitos alimenticios saludables y una buena higiene oral puede ayudar a prevenir las caries y trastornos de la boca que pueden conducir a infecciones de los dientes.