Según un nuevo estudio realizado por investigadores del King College de Londres y la Universidad de Washington y publicado en la revista American Journal of Public Health, los niños con madres que sufren de estrés crónico son más propensos a tener caries.
los investigadores examinaron los datos de la Tercera Nacional de Salud y Nutrición encuesta de 716 madres y sus niños de 2 a 6 años en los Estados Unidos. Las caries son más comunes entre los niños cuyas madres tenían dos o más marcadores de estrés crónico, como los niveles de grasas en la sangre (triglicéridos y colesterol HDL), azúcar en la sangre, presión arterial, y circunferencia de la cintura. Las caries se encontraron en el 44,2 por ciento de los niños cuyas madres tenían marcadores biológicos de estrés crónico, en comparación con el 27,9 por ciento de los niños cuyas madres no sufren de estrés crónico.
El estudio examinó los comportamientos que lo cuida, como el de mama -alimentación, comer el desayuno cada mañana, y llevar a los niños al dentista. Los investigadores encontraron que los niños que no fueron amamantados cuando eran bebés eran más propensos a tener caries. Las madres con al menos un biomarcador de estrés crónico eran mucho menos propensas a amamantar a sus hijos que los que no tenían marcadores. Las madres que tienen estrés crónico fueron menos propensos llevar a sus hijos a las citas dentales.
Los ingresos también desempeñaron un papel en la incidencia de caries en los niños. La pobreza se sabe están asociados con ambos resultados biológicos y de comportamiento que afectan a la salud. Las madres con menores ingresos fueron significativamente menos propensas a amamantar a sus hijos, para alimentar a sus hijos el desayuno, y para llevar a sus hijos al dentista.
Los investigadores dijeron que su estudio no determinó una relación de causa y efecto entre el estrés materno y problemas de salud oral de los niños. Los autores del estudio creen que las políticas que buscan mejorar la salud dental de los niños también deben tener como objetivo mejorar la calidad de vida de sus madres. Ellos quieren entender mejor la relación entre los ingresos y la salud oral de manera que los programas y las intervenciones de salud pública eficaces se pueden desarrollar.