Hay muchos factores de riesgo para el desarrollo de la caries dental, o cavidades. Todo el que tiene los dientes es en realidad el riesgo de desarrollar caries dental, pero algunas circunstancias puede hacer que una persona sea más susceptible. Los factores comunes incluyen el consumo regular de alimentos y bebidas que se pegan a los dientes, refrigerios frecuentes o tomando, higiene dental inadecuada, ácidos o azucarados no reciben suficiente fluoruro, edad, sequedad de boca, e incluso la acidez normal. Pero, ¿sabía que su hora de acostarse también puede ser un factor de riesgo? Un estudio reciente encontró precisamente eso.
Según un artículo reciente de la Academia Americana de Odontología de Implantes (AAID), específicamente los adolescentes tienen un mayor riesgo de caries dental si se quedan hasta tarde en la noche. En el estudio participaron cerca de 200 adolescentes, 15 y 16 de las edades, que fueron divididos en 3 categorías básicas: amantes de la noche (37%), los tipos de la mañana (13%) y tipos neutros (50%). Los investigadores encontraron que los participantes que eran madrugadores (tipos) de la mañana y los clasificados como "neutral" por lo general tenían el desayuno cada mañana y cepillado los dientes dos veces al día la recomendada. Se encontró que los tipos de la tarde para desayunar con menos frecuencia y no se cepillan los dientes con tanta frecuencia. Después de evaluar la salud oral de todos los adolescentes, se determinó que el grupo noctámbulo tiene un riesgo de que fue casi cuatro veces mayor que sus contrapartes para el desarrollo de caries.
¿Cuál es la moraleja de la historia? Los dentistas pueden utilizar esta información cuando se consideran los factores de riesgo de sus pacientes jóvenes, y utilizarlo como un tema de conversación cuando se habla de una correcta higiene dental y cuidado. Los padres también pueden encontrar la información útil. Si usted tiene un hijo adolescente en casa, que a menudo se queda hasta tarde de lo que hace, considere haciendo hincapié en la importancia de cepillarse los dientes antes de dormir (no importa lo tarde que es) y estar seguro de que conseguir un buen desayuno antes de salir por la puerta.