Como todos sabemos, una cita con el dentista puede ser una experiencia aterradora para un niño. El herramientas, el olfato y la vista de una persona que lleva una máscara y se inclina sobre una fobia puede crear para el niño. Es una tarea extremadamente difícil elegir un dentista, y mentalmente y emocionalmente preparar al niño para la visita
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Para reducir el factor de miedo y de hacer el encuentro calmante, debe mantener ciertas cosas en mente. Siempre debe ir a un dentista pediátrico ya que se especializan en el cuidado de los dientes de los bebés, niños y adolescentes. Una formación adicional de 2 o 3 años se imparte a los que confieren a éstos para hacer frente a estos grupos de edad con necesidades especiales. Están especialmente entrenados para hacer que el niño se sienta a gusto y tienen oficinas para ellos especialmente diseñado.
Si un niño es lo suficientemente maduro para entender la visita y tiene miedos, la mejor manera de tratar con ella es para prepararlo /a superar la ansiedad. El primer contacto con el dentista es muy importante ya que establece el estado de ánimo para futuras visitas. Para aliviar su hijo, se puede hablar de la visita y explicar todo lo que sucederá. Pero asegúrese de que sea bastante sencillo. Además, no comunicar sus propios miedos para el niño. No hablar de las malas experiencias que ha tenido con el dentista ya que será criado prejuicios. Las palabras como "simulacros", "agujas" y "vacunas" no deben ser utilizados.
Una cosa más que puede resultar útil es hablar con el dentista acerca de los temores y ansiedades del niño, en su caso. También se le puede pedir para mantener los equipos de miedo fuera de la vista en el caso de que su hijo tiene una aversión por ellos. Para explicar una visita a su hijo también puede tomar la ayuda de algunos buenos libros disponibles en el mercado que contienen imágenes. También le dará a su niño una idea de la oficina dental. Se puede añadir un poco de diversión a la visita preguntando a su hijo a sacar algunas fotos de su /su boca y lo lleva adelante para el dentista para verlo. También ayudará en el inicio de una conversación entre el odontólogo y el niño y ayudaría a reducir la ansiedad.
Los padres nunca deben sobornar a un niño a hacer una visita al dentista y debe abstenerse de utilizar la visita como una forma de castigar al niño.