Una visita al dentista es una ocasión bianual para la mayoría de los individuos. Para muchas personas, la ocasión está llena de aprehensión menor y por el otro, el miedo abyecto. Niños y adultos pueden expresar sus objeciones a la visita. Si usted se siente ansioso acerca de cualquier aspecto de la próxima visita al dentista, tomando medidas para prepararse mental y físicamente a sí mismo antes de la visita puede ayudar a aliviar algunos de su aprehensión.
Un chequeo anual y limpieza de rutina pueden justificar una visita de mantener la salud y la integridad de sus dientes. Algunas personas encuentran que sufre de una enfermedad inexplicable, que requiere la atención inmediata de un odontólogo, pero la incertidumbre de una visita de diagnóstico se puede hacer que el miedo aún peor. No importa la naturaleza de la visita, siempre ayuda tener un amigo o familiar de confianza que lo acompañe. Pueden hacerte compañía hasta que la oficina que llama y prestarle apoyo después. Trayendo consigo algunos libros y un reproductor de mp3 también puede ayudar a pasar el tiempo mientras espera en la silla. Ellos tienen la ventaja añadida de mantener su mente ocupada por lo que son menos propensos a enfatizar sobre los detalles de la visita.
Si su rutina de limpieza programada es todavía meses de distancia, puede haber tiempo suficiente para mejorar su higiene oral de manera que el próximo viaje es sin dolor y sin preocupaciones. Tome el consejo de miles de dentistas y adherirse a un régimen de cepillado y uso de hilo dental por lo menos dos veces al día. El mantenimiento de dientes sanos y prevenir la acumulación de placa en los dientes se reducirá la cantidad de la limpieza de los dentistas tendrá que hacer. Si el raspado y perforación son especialmente preocupantes, puede ser muy útil para buscar un dentista que ofrece una limpieza a base de bicarbonato de sodio, que es menos abrasivo. La solución de bicarbonato de sodio se pulveriza sobre los dientes y se deja reposar hasta que se disuelva los bits no saludables. Las sensaciones más alarmantes que va a experimentar con una limpieza de bicarbonato de sodio y se estimularon las burbujeando alrededor de las encías.
Antes de la visita, familiarizarse no sólo con los dentistas, sino también a los asistentes e higienistas. Dependiendo de la visita, una buena parte de su tiempo en la oficina puede ser gastado con el personal dental. Informarles de sus miedos para que puedan adaptar en consecuencia. Esto se puede hacer por teléfono o en persona. También puede pedir que le permitirá saber lo que cada paso del proceso será de antemano para que evitar sorpresas desagradables el día de la visita. Un equipo dental que es por adelantado acerca de sus procedimientos y pasos puede proporcionar tranquilidad. Asegúrese de solicitar información sobre cualquier sedantes que prestan o podrían considerar el uso en su caso.
Muchas de las prácticas dentales ofrecen una serie de técnicas de sedación que benefician a los pacientes cuyos temores no puede ser influido por otros medios. Conocida como la sedación oral, dosis pequeñas, temporales de óxido nitroso, tranquilizantes, medicamentos contra la ansiedad, u otros sedantes se administran para producir un estado de relajación en el paciente. La mayoría de las técnicas de sedación orales no están destinados a noquear por completo. Usted, sin embargo, estar en un estado reducido de conciencia que minimiza sus recuerdos de la visita.